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domingo, 22 de julio de 2012

HEMIPLEJIA ESPÁSTICA BRAZO: ESTIRAMIENTO Y NORMALIZACIÓN DEL TONO






La hemiplejía es una de las patologías neurológicas que más frecuentemente encontramos en clínica. Tras una etapa inicial flácida el paciente tiende a la espasticidad en torno al mes de sufrir el ACV. Algunos pacientes nunca superan la etapa flácida y otros tardan más tiempo en hacerlo. A continuación se muestran muestra aquí unas pautas de acción generales que deben adaptarse a cada paciente concreto. Es muy importante tener en cuenta que si no normalizamos el tono muscular, cualquier acción que intentemos se verá frustrada (Kabat, Perfetti, actividades funcionales…).  El siguiente protocolo tiene como intención disminuir la espasticidad de miembro superior antes de comenzar cualquier tratamiento.



Patrón hemipléjico

Debido al desequilibrio en los reflejos posturales, la espasticidad afecta principalmente a los músculos flexores, que se encuentran hipertónicos y acortados. De esta forma vemos como en la mayoría de los casos el paciente llega a la consulta de la siguiente forma:
-         
-         -Cabeza en rotación hacia el lado sano e inclinación hacia el afecto
-         -Escápula descendida y retraída
-         -Hombro en rotación interna y aducción
-         -Codo flexionado y antebrazo en pronación
-         -Muñeca en flexión palmar y desviación cubital
-         -Dedos flexionados, agarrando el pulgar que se encuentra en aducción

Para corregir este patrón, a continuación se presentan unas maniobras que deberán hacerse lentamente y en la máxima amplitud que permita la espasticidad. Si movemos con rapidez o fuerza lo único que conseguiremos es aumentar el desequilibrio. Los movimientos deben ser cíclicos y pausados. Es muy importante seguir el orden de los ejercicios, de proximal a distal en el brazo. Normalmente la mano es la zona que mayor espasticidad presenta, resulta más cómodo y efectivo comenzar por las zonas menos afectadas, ya que su relajación contribuye a relajar el resto. De esta forma cuando lleguemos a la mano nos será más fácil el ejercicio.

Se ha puesto como ejemplo de tratamiento un paciente con hemiplejia que afecta al brazo izquierdo y un fisioterapeuta diestro.


Normalización de tono en cintura escapular

Comenzamos moviendo el hombro en todo su rango de amplitud, flexoextensión, abd-add, abd- add horizontal y circunducción. Luego relajamos escápula, para ello el paciente se encuentra sentado. Nos colocaremos frente a él al lado hemipléjico, con su hombro a flexión de 90º. Sujetamos con la mano derecha el ángulo inferior de la escápula y con la izquierda la cara interna del brazo. Realizamos un movimiento en 8; primero llevamos la escápula a campanilla interna y seguido hacemos con la otra mano flexión-rotación externa- abducción de hombro. Debe de realizarse este movimiento de forma cíclica, sin diferenciar entre principio y fin de movimiento, hasta notar que la resistencia cede y la musculatura se relaja.


Flexoextensión de codo

Mano izquierda en cara interna del brazo sujeta, mano derecha agarra el antebrazo en su porción distal y conduce hacia extensión y supinación.


Supinación de antebrazo

Bajamos las manos y sujetamos la porción proximal de antebrazo, la mano derecha un poco por encima de la izquierda, a la altura de la musculatura epicondílea, la mano izquierda en el borde cubital del antebrazo. Sujetamos con la mano izquierda, mientras que con la derecha traccionamos hacia dorsal unas cinco veces. Descendemos ambas manos, repitiendo el proceso hasta un total de 5 o 6 veces hasta llegar a la muñeca. Volvemos al punto de partida y repetimos el proceso, esta vez añadiendo supinación al movimiento de tracción dorsal que hacíamos con la mano derecha. Cuando llegamos a la muñeca aprovechamos también para añadir desviación radial al conjunto de movimientos.


Extensión dorsal y desviación radial de muñeca

Nos sentamos al lado del paciente. Podemos colocar su brazo en nuestro muslo o en una mesa situada delante para mayor comodidad. Su brazo debe estar apoyado en pronación. Sujetamos con nuestras manos enfrenadas la mano del paciente. Nuestros dedos sujetan la palma y los pulgares el dorso. Realizamos un estiramiento hacia la flexión dorsal, aprovechando para realizar también una apertura de la palma separando nuestros dedos mientras aproximamos los pulgares. Para conseguir la desviación radial colocamos las manos de la misma forma y traccionamos con la mano izquierda hacia craneal y dorsal y con la derecha hacia caudal y palmar.


Relajación de la musculatura interósea de la mano

El paciente sigue como estaba en el paso anterior. Nos situamos delante  y sujetamos el quinto metacarpiano con la mano izquierda y el cuarto con la derecha. Nuestros pulgares agarran el dorso y los dedos la palma. En esta posición traccionamos con la mano izquierda hacia dorsal y con la derecha hacia palmar y viceversa. Aprovechamos después para abrir el espacio interóseo separando nuestras manos.


Extensión y separación de dedos

La posición del paciente sigue siendo la misma. Sujetamos la mano con nuestra mano izquierda y los dedos con la derecha. Llevamos a flexión de los cuatro últimos dedos y mantenemos unos segundos. Nuestra mano izquierda pasa a sujetar el pulgar y lo abduce a la vez que extiende. Volvemos a mantener unos segundos esta posición en la que la mano del paciente está totalmente extendida. Luego realizamos la extensión de cada dedo por separado, haciendo hincapié en el pulgar.


Practica de agarre

El paciente tiene el codo apoyado en una mesa con el antebrazo en posición neutra de pronosupinación. Para este paso es importante haber conseguido relajar el máximo posible en el apartado anterior. Nuestra mano derecha sujeta la palma del paciente con su pulgar en abducción y la izquierda los dedos, con nuestro pulgar en su dorso. Hacemos que el paciente realice flexión dorsal de muñeca y de las articulaciones metacarpofalángicas empujando sus dedos como si quisiésemos que con ellos se tocase la muñeca, luego los empujamos hacia el dorso para que las metacarpofalángicas extiendan hasta el tope fisiológico y seguimos llevando hacia el dorso para que también extiendan las articulaciones interfalángicas. En esta posición de extensión completa de dedos traccionamos un poco de la punta mientras los llevamos a la posición de inicio. Repetimos el ciclo. Este movimiento debe simular la acción de la mano al agarrar un objeto.


Extensión global de miembro superior

Con todos los pasos anteriores hemos conseguido normalizar el tono de forma segmentaria. Ahora toca realizar movimientos globales para preparar el brazo hacia actividades funcionales y para que la musculatura se normalice como un todo, como cadena muscular que forman todos estos músculos que hemos ido trabajando hasta ahora.
Para ello hay que fijarse en el patrón hemipléjico e intentar llevar el brazo hacia el movimiento contrario. Comenzamos con una abducción-rotación externa-extensión de hombro hasta los 90º, seguido de una extensión de codo, supinación de antebrazo, flexión dorsal de muñeca con desviación radial y extensión de dedos con abducción del pulgar (en algunos pacientes muy espásticos debe realizarse el movimiento en pronación de antebrazo y flexión palmar o resulta imposible). Para recodar la posición a la que debe llegar el brazo podemos imaginar que el paciente ha de quedar clavado en una cruz. Mantenemos la posición final del brazo durante unos segundos y volvemos a la posición de inicio lentamente y por segmentos. Repetimos cuantas veces sea necesario.

martes, 10 de julio de 2012

FRÁGILES: UN FISIO EN LA TELE






La gran apuesta de Telecino para este verano se llama Frágiles. La serie gira en torno a un fisioterapeuta protagonizado por Santi Millán y cada episodio se centrará en un caso autoconclusivo. Se trata de una gran oportunidad para dar a conocer a la población en qué consiste realmente la fisioterapia, para inculcar que no somos masajistas, sino profesionales sanitarios que curan patologías.

Hasta donde puedo recodar, la única mención a nuestra profesión en la pequeña pantalla venía de un anuncio reciente de Opel que alardeaba de acabar con la necesidad de ir al fisio gracias a su coche. Esta falta de información por parte de los medios podría cambiar si la serie logra mantenerse en la parrilla sin sacrificar su rigor.


Telecinco decribe la serie de la siguiente forma “Pablo es un fisioterapeuta vocacional, pero sus métodos de terapia son totalmente atípicos. Conoce a la perfección el cuerpo humano, pero tiene muy claro que tras el dolor físico de sus pacientes se esconde un dolor emocional, una historia que contar y una posibilidad de superación. Por este motivo, a la vez que trata sus lesiones indaga en sus emociones y estados de ánimo para saber cómo se sienten, ya que éstos influyen de forma notable en su recuperación.” Buen enfoque, es cierto que la voluntad y el ánimo del paciente influyen en la recuperación. Sin embargo, se corre el riesgo de presentarnos como psicólogos o curanderos espirituales. El sufrimiento humano ante la enfermedad siempre ha sido un reclamo a la hora de orientar la medicina en la televisión. Esperemos que los aspectos propios de la fisioterapia no se vean eclipsados por las conflictos personales de los personajes.


Acompañan a Santi Millán cinco conocidas actices. Elia Galera (Hospital Central) como Teresa, una paciente de Pablo que acaba en silla de ruedas tas un accidente de coche. Ruth Núñez (Yo Soy Bea) interpreta a Lola, una mujer con Asperger a quien acompaña su madre Dolores (Luisa Martín, Médico de Familia). Por último están dos hermanas enfrentadas por el amor de Pablo; Ana (norma Ruiz) y Pilar (Sandra Ferrús).


La serie ya ha sido bautizada en Internet como la House de la fisioterapia y se estrenará en Agosto. Esperemos que como mínimo tenga la misma fiabilidad que ésta a la hora de ilustrar esa gran desconocida que es nuestra profesión.


domingo, 8 de julio de 2012

KINESIOTAPE



         Seguramente esta palabra no suene a nada para muchos. Si en cambio hablamos de esas “tiritas de colores” que se pegan a la piel puede que nos resulte más familiar. Cada día es más frecuente verlas en el gimnasio, en la piscina o en deportistas profesionales. Nadal, Cristiano Ronaldo, Beckham o recientemente Balotelli  ya se han sumado al carro del Kinesiotape.

         El Kinesiotape (o vendaje neuromuscular) lejos de ser una moda pasajera consiste en un tratamiento que ha demostrado ser efectivo para muchas dolencias. Entre sus efectos están la mejora de la circulación sanguínea y linfática, relajación o estimulación del músculo y corrección de posturas y deformidades. Problemas como sobrecarga muscular, edemas, desviaciones de espalda, bajo tono muscular o  pie equino pueden ser abordados desde el Kinesiotape. Lo que comenzó siendo un tratamiento deportivo ya abarca otros campos de la fisioterapia como el respiratorio y el neurológico.

         El secreto de este vendaje autoadhesivo consiste en su pegamento, que al estar distribuido en ondulaciones provoca un efecto lifting en la piel que permite que la linfa y la sangre circulen mejor en el foco de dolor. La tira es colocada con una tensión determinada y  siguiendo unas pautas con el fin de provocar al mismo tiempo la activación de propioceptores y la relajación o estimulación del músculo. Como regla general al colocarse de origen a inserción muscular se consigue activación y al revés relajación, ya que la tira se retrae en dirección al punto desde el que se comienza a vendar.

         Kinesiotape sólo puede ser aplicado y retirado por un profesional formado, ya que requiere de una valoración y un conocimiento de la técnica. Si es aplicado incorrectamente no se obtendrán resultados. Un mal uso puede provocar el efecto contrario al deseado, asi como irritación y quemaduras en la piel.

HUESOS CLIMATOLÓGICOS



  “Me duelen los huesos, parece que va a llover.” Muchas veces hemos oído esta frase en boca de pacientes reumáticos. ¿Realidad o habladurías populares? ¿Poseen estos pacientes alguna especie de sexto sentido? ¿Tiene la medicina alguna explicación para este fenómeno? ¿Puede la fisioterapia ayudar a combatir estos molestos dolores? Vamos a profundizar en este curioso fenómeno e intentar darle una explicación.


TERMÓMETROS HUMANOS

Llega Julio y con él los cambios bruscos de temperatura. Un año más toca enterrar abrigos y paraguas del fondo del armario y prepararse para el buen tiempo.
Para los pacientes con artrosis, artritis o cicatrices mal curadas estas fechas son especialmente agradecidas; adiós al frío que viene precedido por fuertes dolores y molestias en las articulaciones. Horas, o incluso días antes de una tormenta, un reumático puede sentir cómo esta se avecina en sus articulaciones. La inflamación, rigidez articular o el dolor empeoran convirtiéndolos de esta desagradable manera en auténticos “termómetros humanos” que rara vez se equivocan.
Artrosis
Así lo confirma el doctor Stephen Makk, miembro de la Sociedad Americana de Cirugía Ortopédica, que bromea al respecto diciendo que “las cadenas de televisión deberían cambiar sus aparatos de predicción meteorológica por una sala llena de pacientes con artritis y preguntarles si va a nevar mañana”.
El doctor Makk no es el único que confirma la existencia de éste fenómeno. Timothy McAlindon, del Centro Médico Tufts-New England, realizó un estudio para el Col Americano de Reumatología en 205 pacientes con artrosis de rodilla y llegó a la conclusión de que existe una asociación sólida entre el clima y los dolores. Actualmente este fenómeno “adivinatorio” se conoce como barrunto climatológico.


¿CIENCIA O PREMONICIÓN?

Ya en tiempos de los egipcios los curanderos se dieron cuenta de este fenómeno. Sin saber muy bien por qué notaban cómo los enfermos reumáticos mejoraban en lugares con buen clima y pocas variaciones de temperatura. Con Hipócrates, padre de la medicina, se establece una clara relación entre clima y salud y se fundan los principios de la Talasoterapia o tratamiento a través de los elementos físicos y climáticos del mar.
Hoy el avance de la medicina ha podido dar una explicación más concreta. En el aire existen unos iones llamados “Sferic” que todas las personas podemos percibir. Cuando se acerca el mal tiempo se produce una bajada de presión y un aumento de la humedad al mismo tiempo que se activan estos iones. La “predicción” se debe a que los iones viajan a la velocidad de la luz, por lo que los sentimos de uno a tres días antes de que llegue una tormenta.
Una de cada tres personas es “meteorosensible”, lo que quiere decir que nota con más fuerza la llegada de estos iones. Si ésa persona es un paciente reumático se incrementan sus síntomas. La culpa de ello la tienen unas terminaciones nerviosas llamadas barorreceptores que recogen los cambios de presión y que todos tenemos en el extremo de los huesos que forman una articulación. Dentro de la articulación hay una especie de gel viscoso llamado líquido sinovial que protege del roce entre huesos y en condiciones normales se encuentra en presión negativa. Cuando va a hacer mal tiempo la baja presión atmosférica hace que el líquido se expanda, lo que envía información a los barorreceptores y nuestro cerebro lo traduce como dolor.
Con la artrosis el cartílago que reviste el extremo óseo se ha desgastado y los receptores son más susceptibles. Por otra parte, el frío hace que el líquido sea menos viscoso y acorta los músculos y tendones de la zona, por lo que el rango de movimiento también disminuye.

Degeneración del cartílago


SOLUCIONES

Como hemos visto antes, la Talasoterapia tiene buenos resultados en los procesos reumáticos. Sin embargo, tomarse unos días de vacaciones en alguna playa o spa quizás no sea una opción al alcance de todos, mucho menos durante estas fechas. Desde la fisioterapia existen tratamientos igual de efectivos para disminuir el dolor, combatir la rigidez articular y evitar las deformidades.
Parafina como solución
Una de las opciones es la termoterapia. Dependiendo de la fase en la que se encuentre el paciente podrá encontrar alivio a través de elementos como infrarrojos, diatermia, baños de parafina, hielo o compresas de calor.
Las técnicas manuales como el masaje, las movilizaciones y la cinesiterapia asistida y activa alivian el dolor a la vez que buscan recuperar movilidad.
Un buen programa de ejercicios o la práctica de Pilates bajo la supervisión de un fisioterapeuta son útiles para corregir posturas y obtener un equilibrio en el tono muscular.
También podemos asistirnos de la acupuntura, que resulta especialmente efectiva en artritis reumatoide. Otras técnicas más convencionales pueden ser la aplicación de TENS o iontoforesis para regenerar tejidos y lograr un afecto analgésico.
El uso de férulas y ortesis para luchar contra la rigidez articular y la retracción muscular pueden ayudar también en estados avanzados de la patología.
Finalmente, un programa dietético bien elaborado puede ser el complemento perfecto a la fisioterapia en estos pacientes. Perder peso disminuye la carga articular y protege el cartílago. El nutricionista podrá determinar que alimentos son buenos o malos para cada caso concreto.